Samuel Lind

Por amor al arte….

 

Recientemente a través de Tweeter se desató una discusión sobre el tema de la educación en Puerto Rico y la relación que tiene con los problemas sociales que hoy día vivimos.  Una compañera “tweetera”, Sylvia, fotógrafa y maestra de artes visuales del sistema de educación pública, escuchaba a el reportero Jay Fonseca debatir con profesionales del campo sobre el tema.  Rápidamente surgió la inquietud de hablar sobre la importancia de la enseñanza de las artes en nuestro sistema de educación y por ahí comenzó la cosa.  Luego de varios intentos frustrados de que los panelistas dieran importancia al tema, finalmente abundaron sobre el mismo, minutos antes de que finalizara el programa.  Claro está, la discusión continuó a través de la red social.

Esto no es un tema exclusivo de artistas. Nadie habla de forzar a los niños a imitar a Campeche u Oller, o llenarlos de doctrinas y técnicas de disciplinas milenarias en busca del próximo O’keeffe, Dalí o Warhol.  Se trata de fomentar la creatividad, la utilización de ese lado del cerebro que vagamente ejercitamos, el lado derecho.  Todos poseemos la capacidad de crear, quien diga que no es creativo se equivoca, es sólo que algunos desarrollamos ciertas destrezas más que otros por medio de la práctica, el interés y amor al arte.

El arte nos rodea en todo, el arte abarca el campo de la comida (artes culinarias), los deportes (artes marciales, ect..), la música, la escultura, la pintura, el dibujo, la fotografía, la caligrafía, el grabado, las letras, la escritura, el teatro, la danza, en fin, arte es crear…y todos lo podemos hacer.

 
“El aprendizaje del arte y el desarrollo de la creatividad en el ámbito escolar revisten
entonces una significación particular. Sin embargo, ha sido a menudo descuidada o
considerada opcional en tanto se enfatizaba el valor de las materias consideradas
“útiles”….
"El desarrollo de la creatividad y la práctica de las artes en el ámbito escolar favorece
la actividad crítica y comunicacional, en tanto que la práctica de sus disciplinas
(música, plástica, teatro o danza) promueven el trabajo en equipo y la consecuente
toma de conciencia para la asimilación de valores como la solidaridad, el respeto por
la diversidad, la tolerancia, la cooperación y la valoración de la propia identidad."


Tal vez de forma individual, no tengamos la capacidad o el poder para cambiar el mundo, pero estoy totalmente convencida de que si retomamos o reforzamos esos programas de arte relegados al olvido y los reincorporamos a los currículos de educación, podemos desencadenar un efecto positivo en las próximas generaciones.  Esto es un esfuerzo de colaboración que debe ser entre el gobierno, los maestros y los padres. Tú como padre, involúcrate con tu escuela, dale la mano al maestro, déjale saber que estas dispuesto a ayudar si es necesario.  Si la escuela de tu niño no tiene un programa de arte, los municipios ofrecen varios programas gratuitos de enseñanza, como talleres y foros a los que puedes llevar a tu niño.  Si no tienes transportación o simplemente no puedes salir de tu casa, busca un papel y dibuja con tu hijo, recoge materiales reciclados y crea una escultura, crea una canción de cuna, una coreografía, prepara una obra de teatro casera entre la familia…simplemente, Crea!!!

En Busca de Samuel Lind...Y fui dueño del sol por un instante


Hablando del amor al arte y otros demonios…hace un mes me di a la Tarea de conocer personalmente a Samuel Lind.  Durante el especial Sonó Sonó del Banco Popular, que este año fue dedicado a Tite Curet, gran ser humano y genio de la música, hubo una escena en la cual entrevistan a Samuel Lind y contaba como Tite lo inspiraba, como se sentaba en el balcón de su taller a escribir prosas.  En otra escena salía imprimiendo una serigrafía hermosa.  Tan pronto se acabó el especial, le dije a mi esposo, tengo que buscar a Samuel Lind y comprar esa serigrafía.  

Para los que no me conocen, soy coleccionista, entre otras cosas, serigrafías es una de ellas, es un medio bastante económico para los que no podemos comprar un gran oleo.  Busqué por internet información acerca de taller y preparé un día familiar en busca de Tite y Samuel Lind.  Mi hijo número 2 (el hijo de mi esposo) nos visitaba estas navidades desde Gringolandia (estado de Florida, “municipio” de Orlando) y pensé que era la actividad perfecta para darle a conocer más de su País y el arte.

Nos dirigimos a Loíza, dónde está localizado el taller del artista, antes de llegar pasamos por la playa, zambullimos los pies, nos llenamos de arena como buenos puertorros y volvimos a la búsqueda.  Al llegar al taller me percaté que era también su casa.  

Estaba dando un pequeño tour a un grupo de Niños Escuchas, mi hijo numero 2 pertenece a los Boys Scouts en Florida, así que nos unieron con gusto al grupo.  Luego de que se marcharan, Samuel  se quedó sólo con nosotros y tengo que decir, que es un artista de primera, humildemente nos hablaba de sus obras, de lo que significaban para el.  Nos explicaba su gran relación con los hermanos Ayala y con el gran Tite.

Sobre una de sus mesas de trabajo, se hallaba la foto que salió en el especial y que utilizó como inspiración para la serigrafía (la cual pude comprar, solo tenía unas pocas pruebas de autor, suerte la mía).  En la misma, se observaba a Tite extendiendo su mano y parecía que sostuviese el sol sobre ella.  Samuel nos relataba que le tomó esa foto un día paseando y conversando por la playa y cuenta que Tite le dijo al posar, que fue dueño del sol por un instante.  Los ojos de Samuel  estaban aguados, fue en ese instante en el que comprendí el genuino aprecio y amor que sentía por su mentor, que aunque no le acompaña físicamente, si lo hace de manera espiritual.  Me explicó cómo utilizó la analogía del sol sobre su mano y colocó el símbolo de la clave de SOL, la nota musical, en la creación de la obra.

Allí, en ese humilde taller repleto de invaluables tesoros, bailaban de la mano el arte, la música y un gran sentido de humanismo, cuyo significado se me hace imposible expresar en palabras. Visitarlo y conocerlo fue para mí y mis hijos una experiencia muy valiosa.  Samuel Lind es un gran artista plástico, escultor, fotógrafo (comparamos cámaras y todo), serigrafista entre otras cosas, con una humildad extrema al igual que el Gran Tite.
 
 
 
“Este simpático balcón de ahora

bien me parece una reminiscencia
de lo que recupera aquí su esencia
sin dilación alguna, sin demora.
¡Tantas cosas volviendo en este ahora,
aquí en este lugar ya favorito
donde respiro paz de algo infinito!
Debe ser que en lo bello del paisaje
Emprendo un corto, pero largo viaje
¡Por los predios del arte de Samito!

 

 

 
-Tite Curet Alonso
 



La importancia de que los niños se expongan a experiencias artísticas desde temprana edad, es importante para todos como sociedad.  Pon tu granito de arena hoy y si tienen la oportunidad, no dejen de visitar a Samuel Lind, de seguro los recibirá.

Todas las obras en este post son de la autoría de Samuel Lind.